ASESORÍA Y CONSULTORÍA EN EDUCACIÓN SUPERIOR

Estamos viviendo un momento histórico para el desarrollo de la Educación Superior en el mundo y de manera particular en América Latina. Durante muchos años se han tenido diagnósticos que han llevado a sobre-diagnósticos una y otra vez, a los que anteriormente no se le prestaba mayor atención, pero que ahora ponen es necesario abordar soluciones efectivas que garanticen en el corto y mediano plazo de las Instituciones de Educación Superior. Algunos de estos desafíos se expresan en: 

 

• Descenso del número de matriculados en el sistema, lo que resulta bastante inconveniente si se contrasta con el hecho que buena parte de las Instituciones de Educación Superior basan su sostenibilidad en los ingresos provenientes de matrículas. Entre estas instituciones, las privadas son “más que dependientes”. 

 

• La deficiente situación socioeconómica por la que atraviesan los hogares en América Latina, siendo aún una premisa que los quintiles con los mayores ingresos son los que acceden a formación superior. 

 

• El cambio del paradigma educativo en los jóvenes que prefieren programas ya no tan convencionales y ya no tan conservadores como los ofrecidos por una buena parte de IES, incorporando otras formas de percibir ingresos que involucran toda una gama de oficios y actividades que ponen en jaque el imaginario que relaciona el estudio como única fuente de movilidad social. 

 

• La cantidad creciente de empresas que valoran más las certificaciones en cursos especializados o micro certificaciones que diplomas de programas universitarios, puesto que estas certificaciones les generan una mayor relación costo beneficio desde los elementos prácticos y del saber hacer, como medio de crecimiento organizacional. 

 

• La contracción demográfica ha llevado a que la población potencial de demandar servicios educativos se reduzca a uno o máximo dos hijos por hogar. Este fenómeno ocurre en el mundo entero, sin embargo de manera particular en América Latina diversos estudios han mostrado que en los años venideros las curvas se volverán de crecimiento de la población adulta se volverá más pronunciada. 

 

• Los nuevos modelos de negocio y entrega, basados en competencias, cursos masivos abiertos en línea, campamentos de entrenamiento y microcredenciales que implican involucrar conceptos asociados a la eficiencia operativa con calidad académica.

 

• Los discursos sobre la necesidad de adaptarse a los nuevos contextos e incorporar cambios vertiginosos que llevan a estructurar políticas y lineamientos para implementar profundos ajustes en las instituciones, pero que al mismo tiempo son difíciles de movilizar por el miedo al cambio del talento humano estratégico, táctico y operativo. 

 

En 1859 Darwin establece en su emblemático texto: el origen de las especies; que no son los más fuertes de la especie los que sobreviven, ni los más inteligentes. Sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios.

 

Acorde con lo anterior, la cita es ahora con el destino, porque ya buena parte de las Instituciones deben dejar los escenarios utópicos de benevolencia discursiva para pasar a la acción. Por ello, la capacidad de flexibilidad y adaptabilidad al cambio que tenga una Institución será puesta hoy más que nunca a prueba, pero ya no con políticas, lineamientos, documentos misionales o demás, sino con acciones concretas que permitan hacer frente a la crisis actual y venidera.

 

Todos los elementos anteriormente mencionados ponen en riesgo el desarrollo de las funciones sustantivas de las instituciones, relacionadas con docencia-formación, investigación y proyección a la comunidad.